A TU ESPIRITU

 

HABLANDO A TU ESPIRITU
D.L. PRIETO
 
Ha llegado la hora para que el hijo del Hombre sea glorificado.
De cierto, de cierto les digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.
El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
Si alguno me sirve, sígame; y donde yo este, allí también estará mi servidor.
Si alguno me sirve, mi padre le honrará
 
SN. JUAN 12:23-26
 
He querido dirigir está enseñanza para hablar al espíritu de las personas, no a su cuerpo carnal ni a su alma, en 1º de Tesalonicenses cap. 5:23 el apóstol Pablo dice que todo nuestro ser está conformado por Espíritu, alma y cuerpo, queridos, quiero hablar a su espíritu. El señor Jesús en su conversación con Nicodemo (Sn. Juan 3) ilustró una hermosa manera de hablar al espíritu enseñando nuestras dos naturalezas una carnal o animal (1º Corintios 15:44 b) y otra espiritual.
Por consiguiente mi interés en está oportunidad no es hablar a su carne ni a sus emociones. Estamos enfrentando una generación emocional que desea tener experiencias espirituales por medio de una estimulación emocional, lo cual es un error; el señor Jesús dijo a Nicodemo “Lo que es nacido de la carne, carne es. lo que es nacido del espíritu, espíritu es, aunque no podemos hacer nada el uno sin el otro él nos enseña a que tenemos que diferenciar lo uno de lo otro ya que estos dos se oponen entre si (Gálatas 5:17) para que no hagamos lo que queremos.
Entonces examinemos con nuestro espíritu lo que nuestro Señor Jesús nos quiso mostrar en el cap. 12 de Sn Juan. Miremos con los ojos del Espíritu.
 
 
1.      Ha llegado la hora para que el hijo del Hombre sea glorificado.”
 
Jesús estaba anunciando el cumplimiento final de su propósito en la cruz del calvario, era la hora de poner fin al imperio de la muerte por causa del pecado, está es una hora que Dios destino para toda la humanidad y para glorificar a su hijo dándole toda potestad en el cielo y en al tierra (Mateo 28:18) y un nombre que es sobre todo nombre (Filipenses 2:9) El plan de Dios era reconciliarnos con él mediante su Hijo glorificado; esto es un asunto del Espíritu y esa gloria de Jesús como señor de señores solo puede ser confesada por todo aquel que es nacido del espíritu (1º Corintios 12:3 b) porque solo por el espíritu podemos reconocer que somos pecadores, que nuestro cuerpo animal o carne nos lleva a contender con nuestro espíritu por causa del pecado. Dios destinó una Hora para cada uno de nosotros en el mismo momento en que confesamos nuestros pecados y damos paso a un nuevo nacimiento es en ese momento que glorificamos a Jesús en nuestras vidas y lo seguiremos glorificando cada vez que rehusamos al pecado.
 
2.    “De cierto, de cierto les digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere queda solo. “
El Señor Jesús siempre ha de insistir en todo lo que nos dice por medio de su palabra, cabe anotar la hermosa comparación que él hace da cada uno de nosotros como granos de trigo uno de los cereales más alimenticios de la tierra y el que más producción de semillas provee para sembrar nuevos cultivos, en la parábola del sembrador él nos llama a dar una producción del 30, 60 y ciento por uno en semillas que caen en buena tierra, es decir de todos aquellos que oyen y guardan su palabra.
La muerte en si es separación, el trigo como toda semilla tiene que separarse de su concha protectora para dar paso a su almendra interior y una vez está tenga contacto con la tierra que le dará sus nutrientes está empezará a germinar. Nosotros debemos hacer lo mismo entrar en una separación de los asuntos del espíritu con las aciones de nuestra carne esto es darle muerte al pecado otorgarle al espíritu todos los atributos de la santidad de Dios y tomar el dominio de nuestra carne. Cuando el Señor Jesús nos dice que si no muere queda solo, es por que, si el grano de trigo que no logra está separación no podrá disfrutar de los nutrientes de la tierra que le pude dar vida; en nuestro caso dicha falta de separación nos impide tener contacto con el Espíritu santo de Dios que es el que nos provee los nutrientes necesarios para la vida eterna.
 
3.    “Si muere, lleva mucho fruto”.
Nuestro señor Jesús desea ver en nosotros mucho fruto, para esto debemos aprender cada vez más a separar las cosas de la carne de las cosas del espíritu; si se han dado cuenta como el diablo se burla de las personas que están asistiendo a la iglesias y que sus actitudes o manifestaciones no coinciden con las acciones del espíritu, y como las llama, “carnales”? y como nosotros tratamos de seguirle la corriente burlándonos de ellos?.
Dios no quiere que nosotros nos burlemos más de nosotros mismos y que demos paso a esa separación o a esa muerte de la que nuestro señor Jesucristo nos llama, a ese nuevo nacimiento en el espíritu que nos puede llevar a la vida eterna y tenemos que ayudar a otros, ahí es donde empezamos a dar fruto. Miremos lo escrito por el apóstol Pablo en Gálatas 5:16.
 
Las obras de la carne y el fruto del Espíritu
16Digo, pues: Anden en el Espíritu, y no satisfagan los deseos de la carne. 17Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagan lo que quisieran. 18Pero si son guiados por el Espíritu, no están bajo la ley. 19Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales los amonesto, como ya se lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
25Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
 
4.    “El que ama su vida la perderá”.
Qué tan enamorado está de su vida? El pecado es un deleite temporal que sin duda alguna con el tiempo traerá sus consecuencias. Las manifestaciones de la carne como lo vimos anteriormente, para muchas personas hacen parte de su estilo de vida el cual no están dispuestos a cambiar tan fácilmente, somos autoegoistas, parece ser que nuestra naturaleza carnal nos lleva a esto y no queremos ceder nada para nuestro espíritu.
El apóstol Pablo lo define de está manera en Gálatas 6:7
7No se engañen; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. 8Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
En algún momento de nuestra vida tenemos que ceder, tenemos que perder ese estilo de vida en la carne que tanto nos ha gustado para entrar en esa bella dimensión del fruto del espíritu.
 
5.    “Y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará”.
Tengo que esforzarnos cada día para perder el gusto por el pecado, de llegar al punto máximo del espíritu de llegar a decir ya no vivo yo si no Cristo vive en mi; tenemos que aborrecer los pleitos, las envidias las borracheras, los celos, los adulterios, las
Idolatrías, no podemos cansarnos de hacer bien tenemos que alcanzar la vida eterna, debemos examinar nuestro caminar, tenemos que hacer un balance si nuestras acciones corresponden a personas espirituales o a personas carnales recuerde está palabra siempre y memorícela si es posible Gálatas 6:9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; Porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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